A veces las apariencias engañan. Y embarcarnos en una compra de segunda mano confiando simplemente en la buena apariencia del barco nos puede dar alguna sorpresa. Y es que controlar todos los aspectos técnicos de su funcionamiento es complicado incluso para alguien experimentado, aunque sólo sea porque no dispone de las herramientas adecuadas para revisarlo.

Por esta razón, a la hora de comprar una embarcación de segunda mano, puede ser recomendable una revisión que no deje margen de dudas sobre el estado estructural del barco y su funcionamiento. Es algo complicado de detectar a simple vista (incluso probando la embarcación) si no eres un experto y no dispones de las herramientas y los conocimientos concretos. Y es también muy útil cuando la compra se realiza a distancia y no se puede revisar en barco en persona.

Por ello, si decides contratar un perito que analice el estado de la embarcación, compruebe cualquier desperfecto o fallo y certifique que lo que el vendedor ofrece se corresponde la realidad, puedes solicitarlo Azul Yachts. Contamos con un servicio externo de peritaje, que podemos gestionar en cualquier momento.

La revisión consiste en una exhaustiva y completa inspección que se realiza tanto en seco como a flote y siempre en presencia del propietario o representante. Abarca una prueba de navegación, la puesta en marcha y comprobación del funcionamiento de cada equipo y la revisión interior y exterior.

El perito cuenta con diversos instrumentos profesionales que le permiten un análisis preciso del barco (cámaras de inspección, medidores de espesor por ultrasonido, medidores de humedad, tester, etc).

El informe final supondrá una herramienta importante que puede ser incluso determinante y de gran ayuda para la compra o no de la embarcación, pues te proporciona datos y argumentos claros y precisos. Además de certificar si todo funciona correctamente te dará la posibilidad de reparar/negociar cualquier fallo o avería antes de la compra.

Ante la duda, contar con el servicio de peritaje de Azul Yachts es sin duda la mejor decisión.

Donde no llegan los ojos, llega el informe del perito.